La oferta gastronómica de Castilla y León es abundante, variada y deliciosa. Los que hayan recorrido sus 9 provincias podrán dar fe de ello. Se abre así la puerta de las cooperativas para conocer la artesanía de los alimentos de la región, junto a la cultura y el paisaje de las tierras en que se producen.
1. Pan, vino y queso
La Ruta se desarrolla en la provincia de Zamora. Desde Toro hasta Zamora, a orillas del río Duero, el itinerario propone la visita cultural de los municipios (las murallas de Toro, su puente romano, la colegiata del s. XII; el Conjunto Histórico de Zamora con la catedral como estandarte; el municipio de Morales del Vino y la arquitectura tradicional).
La oferta gastronómica viene dada por la visita a las cooperativas de Covitorio (en Toro) y de Cobadu y Agrovipas (en Morales del Vino). Durante las visitas a sus instalaciones se tiene ocasión de conocer los secretos de la elaboración del vino y los productos lácteos.
2. Saber y sabor
Desde Salamanca la ruta se dirige hacia Fresno Alhándiga y a Sierra de la Quilama. Los recursos artísticos de la región conceden la primera parte del título (el “saber”). La segunda parte es toda una exaltación del gusto.
En la cooperativa Ganaderos Salmantinos de Porcino Ibérico, en Fresno Alhándiga, se visitan todas las dependencias en las que reconocer los trabajos artesanos en la elaboración de embutidos derivados del cerdo ibérico. En cambio, en la cooperativa Reina Kilama, en San Miguel Valero (en la Sierra de la Quilama), se reconocen los secretos de la apicultura: recogida de miel y polen, fundido de cera, acciones de laboratorio para cosméticos, etc.3. Valladolid dulce
Las paradas son Valladolid, Olmedo, La Seca y Pedrajas de San Esteban. En este perímetro sobresalen los monumentos y los paisajes naturales de la Tierra de Campos o los Montes Torozos. El vino, por supuesto, es elemento destacado de esta ruta gastronómica, pero no exclusivamente.
Valladolid es tan dulce en parte por su actividad como productora de azúcar. En la cooperativa de Acor (Olmedo) se tiene la oportunidad de conocer el proceso de recolección y producción. En la localidad de La Seca la cooperativa Cuatro Rayas es una bodega con más de 70 años de solera, reconocida por su elaboración de vinos DO de Rueda. Desde este punto, hacia el Oeste, la cooperativa PiñonSol produce y vende directamente piñones en Pedrajas de San Esteban.
4. De la granja a la mesa
Esta ruta natural de gastronomía recorre la provincia de Ávila por su capital y los municipios de San Juan de la Encinilla y san Pedro del Arroyo. En cada uno de los puntos de la ruta se tiene ocasión de descubrir las distintas especialidades de la cooperativa Alta moraña.
De la magnificencia de la ciudad de Ávila, punto esencial del Camino de la Lengua Castellana, se pasa a la producción de quesos, lácteos y postres en San Juan de la Encinilla y San Pedro del Arroyo. La cooperativa concierta las visitas con cata y degustación.
5. esPera la Conferencia de Vinos del Bierzo
Los habitantes de El Bierzo se sienten, con razón, privilegiados. El paisaje y las bondades gastronómicas de su tierra conforman sus principales valores y esta ruta los pone en valor.
La DO del Bierzo brinda vinos excelentes. En la cooperativa Vinos del Bierzo de Cacabelos y Camponaraya se tiene ocasión de comprobar la calidad de sus caldos y la generosidad de sus viñas. La sabrosa pera conferencia y otras frutas y hortalizas se exponen en la cooperativa de Cofrubí, en Carracedelo.
Bibliografia: http://www.escapadarural.com/

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